Didactismo e histeria. La renovación que no será.

noesperonismopop

1. El affaire Leuco-Carrasco es el último mojón de esquizofrenia de la década de desarrollismo blando. Culpo de esto a la retirada taciturna, epigramática y voluntariosa del periodismo como profesión, arte y actividad de la modernidad. También culpo de eso al zeitgeist kirchnerista que alimenta dos, tres, mil expresiones culturales, a la vez didácticas e histéricas. Didactismo e histeria son los dos momentos en el arco de la voluntad colectiva en donde el kirchnerismo y el periodismo coinciden. Didáctica e histérica es la participación del jefe de gabinete, @FernandezAnibal, en twitter. Didáctica, porque trata de explicarte cómo son las cosas; histérica, porque le contesta a todos, a cualquiera, de manera frenética y todo el tiempo. Didáctica e histérica es cada columna de Joaquín Morales Solá en el diario La Nación, y didáctico e histérico se podría decir, en general, de casi todas las cosas que en retrospectiva juzgaremos como referentes de esta década.

Hubo un momento en que didáctico e histérico impulsaron el mejoramiento material de la Argentina, post-2001. Un momento progresista, reconozcámoslo. El momento de la “repolitización” y de esas promesas de redistribución del ingreso y recomposición del tejido social. El momento en que a 678 todavía lo conducía María Julia Oliván. Un momento que no está más desde hace, por lo menos, tres años. Hoy ya estamos todos politizados, demos crédito a ese supuesto. Bueno, ya está. Este es otro momento, este es el momento en que esas promesas quedaron truncas por el fogoneo no imprudente sino directamente bombardero y vendehumo de una cultura política de mesa chica y discrecionalidad. Hablo de Néstor y de Héctor. Este es el momento en que Oliván escribe el libro de 678 junto a Pablo Alabarces; el momento en que Lanata y Caparrós dicen que están podridos de los ’70, o que Leuco denuncia penalmente a Carrasco por amenazas de muerte, o que D’Elía se pelea con Spolsky porque el conglomerado mediático oficialista lo “censura”; o que Sandra Russo, pasionaria kirchnerista, dice que María Seoane la rajó de Radio Nacional porque se caen mal, y así. Es decir que este es el momento de reconocer las zonas de derrota radical e irremontable, decir “bueno chicos, estuvo lindo pero nos dejamos de joder” y trabajar para incorporar a millones de personas a la clase media y capitalizar nuestras empresas, como hizo Lula, el hijo de Brasil. Un compañero dijo, hace poco, “tengo ganas de ir a ver la película de Lula. A la de Néstor ya la hizo Capusotto y se llama American Psychobolche”.

Los dos procesos, el periodismo y el kirchnerismo, definen y soportan identidades conservadores que sobreviven gracias al saqueo de un oscuro prestigio que supieron forjar en la década de los ‘90, y que aunque hoy por hoy es inservible, subsiste por la inercia de las mistificaciones. Ambas tecnologías del decir son hijas y herederas de ese momento confuso, brillante y destructivo de la historia argentina que fue el neoliberalismo. Habrán buenos kirchneristas, como habrán buenos periodistas (buenos en el sentido de buenos tipos, sinceros, convencidos). Pero no habrá ya buen kirchnerismo ni buen periodismo. Barone es Majul, compañeros, Kirchner fue Duhalde. El kirchnerismo es un conglomerado de poder político cuyos intereses particulares, de casualidad, coincidieron con los intereses generales. Allá, hace tiempo. No nos engañemos.

2. El periodismo y el kirchnerismo coinciden, además, en otra cosa, en el espejismo de su superación: el blog, las redes sociales. Hoy el blog de Lucas Carrasco puede provocar largos e irrelevantes informes en programas políticos “serios” que me hacen sangrar la nariz. E incluso denuncias de Giudici y Bullrich, pedidos de explicación al Jefe de Gabinete, largos procesos donde se despilfarran módicas sumas de dinero y muchísimo tiempo para que personas que deberían estar formándose para ser mejores cuadros para sus partidos políticos monten esa gran mise en scène: la gran fuga de sentido de instancias e instituciones que estuvimos intentando capitalizar desde 2001-2002 (la democracia, el Parlamento).

En los blogs, es allí donde está el futuro, dice oficialismo y oposición. Nosotros les hacemos casos y armamos éste, bancando a un candidato que se hace obvio. Somos portadores de una sensibilidad doble que indica que Internet es el soporte de un nuevo tipo de sociabilidad y de que en realidad la política se hace militando la calle y gestionando recursos. Hay dos tipos de blogs kirchneristas, entonces. El primero es el tipo “militante de base”, donde se suben gacetillas, se convoca a marchas y se hacen chistes boludos bajo la foto de Eduardo Duhalde o Pino Solanas. Blogs valiosos, pero hechos de desvanecimientos y nada. El segundo es de esa anteúltima línea de cuadros intermedios, formados en el periodismo, escolarizados, que escriben y tienen ideas, prestan atención, intentan aportar desde el rol de productores culturales, artesanos de los símbolos y la palabra, que siempre es más una pretensión que una condición de realidad. Reconocen que el kirchnerismo –como el periodismo– es un campo de batalla hecho de exclusiones, y no de inclusiones. Una mesa de dos, donde no entra cualquiera. Donde hay que agradecer por ser mirado. Estos últimos son tipos como Lucas Carrasco, conflictuados con tener que ser kirchneristas, incómodos con ese imperativo que transita sus círculos de pares y maestros. Son tipos que empiezan sus muy buenos textos con reclamos. Un primer momento donde se reconoce que el kirchnerismo es conservador y excluyente. Un segundo momento donde se repone el estado de las cosas bajo la presunción de inocencia porque “no hay otra cosa”. El karma del didactismo y la histeria. La esquizofrenia. American Psychobolche. A esos blogs no les presta asistencia ni financiera, ni tecnológica, ni ideológica Anibal Fernández, como pretenden Giudici y Bullrich. Eso es lo más triste.

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8 Responses to Didactismo e histeria. La renovación que no será.

  1. Anónimo says:

    Está muy bueno. Igual voto a Néstor. Abrazo

  2. Está bueno eso que decís de formar cuadros etc. Voy a votar a CFK esperando que pase algo de eso.

    F

  3. Anónimo says:

    Muy bueno. La "Gloriosa JP" no existe

  4. Anónimo says:

    Muy buen análisis del periodismo - kirchnerismo. No voto a Néstor porque no creo en la perpetuación de las dinastías políticas: esa no es la esencia de la democracia. M.

  5. M. Toledo says:

    Esta bien el texto, pero me dejo mas dudas sobre vos que respuestas a las dudas que pudiera tener sobre Carrasco. Por ejemplo: que se quiere decir cuando se escribe "Esto no es peronismo pop, es peronismo heavy nacional"? Eso reviste alguna interpretacion politica que me este perdiendo? En el supuesto de que esa frase tuviese algun sustento politico: que tiene el "peronismo heavy" que lo convierta en una alternativa superadora al "peronismo pop"? Digo; asi como lo muestran en ese banner, el "peronismo heavy nacional" es un cartel abajo de una foto de Das Neves y no mucho mas.

    Despues decis que "bancan a un candidato que se hace obvio". En que se hace obvio Das Neves? No es una pregunta retorica, te lo pregunto porque realmente no hay nada en este blog que me de una idea sobre que puede tener Das Neves; lo unico que percibo son muchos esfuerzos por decir "kirchner es esto y nosotros no lo somos". Ta bien; entendido. Ahora, que es lo que son ustedes? No puedo dejar de notar que hice un search rapido de la home del blog y conte 23 menciones a Kirchner o al Kirchnerismo, y apenas 2 sobre Das Neves, de las cuales ninguna esta dentro de ningun posteo, sino apenas un modesto tag que se repite en la barra de links.

    O sea, de acuerdo con algunos puntos, pero decis que portan una sensibilidad doble de militar tanto internet como la calle; lo que no me queda claro por ningun lado es para que la queres militar.

  6. M. Toledo, qué tal? Muy bueno tu comment, desde ya te agradezco por participar. Algunas cositas a lo que decís, que son bastante justas.

    1) Lo de "esto no es peronismo pop, es peronismo heavy metal" es un banner. Digo, es un claim sobre lo que nosotros pretendemos mostrar y representar, pero no es el resumen de todo. En todo caso, es una chicana divertida y reconocida. Me parece bien que lo observes, pero no es una crítica relevante. Es como criticar un libro por la contratapa

    2) En cuanto a los términos del post en sí, es cierto que hay muchas menciones al kirchnerismo, pero eso es simplemente porque se está intentando dar cuenta de un fenómeno cultural, comunicacional, nuevo (los blogs, el periodismo, el kirchnerismo) y a raiz de marcar los límites de esa experiencia nos interesa plantear su superación. Por supuesto, el post no la plantea totalmente, pero sí la sugiere: creemos que es el dasnevismo esa superación, y esperamos ir desarrollándo la manera en que nosotros la entendemos en futuros posts. Como todo blog, este pretende una labor crítica y reflexiva de relativamente largo plazo. Estas primeras intervenciones son una lectura de la base crítica desde la cual partimos, para poder, a medida que pasen las semanas, los meses, ir acercándonos cada vez más a la idea que tenemos de gestión y de superación de la actual administración, una idea que por supuesto tenemos clara pero que tendremos mucho más clara a medida que vayamos escribiendo sobre ella.

    Te agradezco mucho la intervención constructiva y el intento de debate y espero que nos sigas con más comentarios de aquí en adelante.

    Saludos!
    dixieperonismo

  7. Anónimo says:

    Además, Toledo, pensá que todo blog tiene autonomía y se desarrolla en el tiempo. Yo no soy kirchnerista ni dasnevista la verdad pero me gustó el post. Lo de "peronismo heavy nacional" es una boludez jaja pero yo lo eniendo más por el lado de Almafuerte, V8, no? Eso es heavy nacional. Saludos!

    USB

  8. Unknown says:

    Primero, perdonen por solo ocuparme de una cosa y no de todo el post, pero le estoy robando horas al laburo para esto.
    "Histeria" y "didactismo" como conceptos son muy adecuados, más allá de las connotaciones que no me interesan. Pero el detalle que le veo es que no están analizados en contexto ni en sus causas.
    A mi parecer, y puedo estar completamente equivocado, al kirchnerismo le faltan cuadros medios. Puede atribuirse a los 30.000, a la inesperada y apresurada asunción del poder por parte de un grupo no del todo consolidado, o por deficiencias en la política de construcción inherente al kirchnerismo. El hecho es que ni la Cámpora ni la JP (ni nadie en realidad), hoy cumplen ese rol. El didactismo es inevitable entonces como simplificación y traducción de la política en sentido común.
    El otro problema, anejo, es el de la comunicación como campo de batalla. Llegamos a un espacio nuevo y acelerado, con herramientas que no manejamos ni conocemos, en medio de reglas que vamos todavía deduciendo. No hay todavía un Clausewitz para este tipo de conflictos. Ni la guerrilla de Delía, de Hebe o de Timmerman, ni la guerra de posiciones de Spolski y Guirtz resultan efectivas o eficientes. La histeria es consecuencia del desajuste que implican estas nuevas condiciones.
    @dixieperonismo esto es una especie de ampliación de tu bienvenída al desierto de lo real.

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