El dasnevismo siempre tuvo una relación compleja con el kirchnerismo. A diferencia de la abrumadora mayoría de la oposición, Mario Das Neves se presenta como un candidato con una gestión irreprochable, con planteos desarrollistas y una vocación dialoguista de la cual el gobierno nacional carece. En el siempre cuestionable oráculo de las encuestas, durante los primeros meses de 2011 la figura de Das Neves crece al ritmo en que aumenta su conocimiento en el electorado. Esto significa que aquellas personas que empiezan a escucharlo, a conocer algunos detalles sobre el Modelo Chubut, empiezan a considerarlo también como una alternativa para un cambio –cambio en la cultura política, cambio en el modelo de gestión de lo público, cambio en las relaciones con el resto del país- al interior de una continuidad de innegables aciertos del modelo kirchnerista. Este crecimiento preocupa al kirchnerismo, que en lugar de establecer una relación horizontal o al menos de diálogo con los cuadros políticos emergentes, traumado por la experiencia de Cobos, pretende la subordinación absoluta planteando todo en términos de amigo – enemigo.
b) La decisión política de eliminarlo cueste lo que cueste
Es en ese marco que el kirchnerismo apunta todos sus cañones a nacionalizar la elección en Chubut. El objetivo es doble: aplastar a uno de los adversarios que mejor se venía perfilando e instalar la sensación de un triunfo irrevocable de la presidenta en las próximas elecciones. La paleta de estrategias es amplia: visitas de funcionarios, grandes dosis de inversión proveniente del estado nacional, campañas sucias de la más diversa índole. Las diferencias naturales entre Das Neves y Eliceche, el candidato del FPV –antiguo cuadro dasnevista-, que naturalmente eran de entre 20 y 30 puntos, empiezan a acortarse. Lo que sucede es lógico: entre un líder que sabe que hizo bien las cosas y por eso no claudica y un movimiento que pretende la hegemonía total y no renuncia a ningún medio para lograr sus objetivos, la dominación nacional sobre las provincias se hace sentir. Los chubutenses que naturalmente apoyarían a Martín Buzzi por su excelente trabajo en Comodoro Rivadavia y por su continuidad con Das Neves, en algún porcentaje, comienzan a migrar hacia Eliceche, que ataca y asusta a la población en la misma medida que otorga dádivas y promesas preelectorales. No se trata de traición o de “clientelismo”. Más bien, del comportamiento racional de una franja de los votantes que no está en contra de Das Neves, sino que prefiere no tener sobresaltos en la vital relación entre la provincia y el estado nacional. En este contexto, las elecciones son reñidas y Martín Buzzi se impone por una cantidad exigua de votos. Aún con toda la maquinaria del estado nacional en contra, Das Neves posee una amplia legitimidad para la primera mayoría de la población de Chubut.
c) Un triunfo ajustado y la caída de las mentiras sobre el fraude.
La campaña sucia del gobierno sube varios escalones cuando, en efecto, confirma a través de los boca de urna que la diferencia de un 5 a un 10% que calculaban empieza a reducirse. Así, Aníbal Fernández, un representante de la vieja política corrupta cuyo mayor mérito consiste en la gimnasia discursiva frente a Magdalena Ruiz Guiñazú y ciertas conquistas amorosas, organiza una vergonzosa campaña para instalar mediáticamente que hubo fraude en Chubut. Lo declara incluso antes de que cierren las urnas, en un gesto entre patético y bochornoso. Casi un mes más tarde, la justicia electoral, los juristas más prestigiosos e independientes y el propio kirchnerismo talibán, corporizado en el simpático show del chiste llamado 678, reconocen la operación. Hoy, ni el más trasnochado de los camporistas, ni el más irredento negador de la inflación, sostiene la hipótesis del fraude. Pero el daño está hecho, como siempre. Mario Das Neves fue difamado gratuitamente, y salvo honrosas excepciones, no tuvo derecho a réplica. Fue llamativa la tibieza del informe de 678 esta noche, donde se presentó a esta operación basura de ensuciar a un candidato y a 8 años de gestión como un triunfo de las instituciones democráticas. Lo único cierto es que esas instituciones dictaminaron, a través del Tribunal Superior de la provincia, una votación complementaria en 6 de las 10 urnas impugnadas por el oficialismo. La impugnación, de más está decirlo, había sido declarada inconsistente por el Tribunal Electoral de la provincia, un organismo independiente que conoce los peligros de sentar jurisprudencia a favor de los problemas de recuento, aún cuando se trate de márgenes tan exiguos. De todas maneras, por respeto a los votantes y por diferenciarse del modo sucio de hacer política de los denunciantes, Das Neves no volvió a apelar ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Las elecciones complementarias van a volver a realizarse.
d) La falta de límites de los talibanes
Hecho este racconto, quedan varias conclusiones. El manejo inescrupuloso del gobierno con respecto a la circulación mediática fue bochornoso, y ni los buscadores de archivo asalariados por el gobierno pudieron encontrar una sóla inconsistencia en el comportamiento de Mario Das Neves. La idea de fraude electoral cayó por su propio peso. El kirchnerismo es absolutamente consistente con la búsqueda a cualquier precio de los espacios de poder. El dasnevismo fue absolutamente consistente con sus principios, que son el respeto de las instituciones, del electorado chubutense, y el respeto a su propia dignidad, pisoteada tempranamente por el kirchnerismo cuando Mario Das Neves se perfilaba como un gobernador irreprochable y virtual candidato a la sucesión. El último escalón en la canchereada del kirchnerismo provino de sus soldados virtuales, no a través de Telam como acostumbran a papelonear sino por medio de las redes sociales. Ante un problema de salud de Mario Das Neves echaron a rodar el chiste de que “estaba muerto”. Chicana poco oportuna, tratándose de un hombre que tuvo una dura pelea contra el cáncer en otro momento de su vida. Pero este último detalle, anecdótico –por suerte Das Neves está en perfecto estado- pinta de cuerpo entero lo que fue toda la campaña. Anticipa, también, la falta de límites y el cariz que va a tener la elección presidencial.
e) Una advertencia
Para terminar, una advertencia: Eliceche y los suyos, o sea la mano de Aníbal Fernández comandando los movimientos de Eliceche, creen que con un triunfo electoral van a poder aniquilar a su oponente. Que no se confundan. Quizás, los resultados de las complementarias les demuestren que el gobierno nacional, pese a sus aciertos, no puede hacer lo que quiera. Esta elección complementaria se les puede volver en contra. De por sí, ya es el caso testigo de una forma de hacer política que ninguna persona que no sea un taliban k comparte.
No se si han estado en Comodoro, pero acá la imagen de la gestión de Martín Buzzi no es para nada buena (sin entrar a ver el tema de si realmente fue buena o mala), y creo que lo único previsible de estas elecciones era que en Comodoro no le iba a ir bien.
Cuando hablan de dialogo te referís también a cuándo cagaron a palos a los maestros frente a la Casa de Gobierno?. También estaría bueno no solo relacionar el achique en la diferencia de votos con la injerencia del kirchnerismo. Ocho años de gobierno desgatan a cualquiera sin meterse en los matices.
Un saludo.
MARIO DAS NEVES COMPARTIO BOLETA CON LA KRETIAN!! LISTO.-!!! A LOS CONVERSOS NADIE LES CREE!!!
Interesante el análisis, pero no se si creerles que la elección la perdieron (bueno, no la perdieron, pero fue como si) solo por la mano del estado nacional, tuvo que haber errores de parte de Mario Das Neves, ¿están haciendo autocrítica? si es así, ¿cual es?
Mariano CABJ
Puede ser que esten borrando comentarios?
Anónimo, sí, se borraron un montón de comentarios, pero no fuimos nosotros, no se qué pasó. Estamos tratando de recuperarlos, malísimo.