Elecciones en Chubut: el fantasma del fraude como antídoto para la derrota

Los que corren son tiempos raros, donde la información se trafica más que nunca, políticamente, y todos persiguen sus intereses sin preocuparse mucho por los medios -o preocupándose demasiado por los Medios.

En Chubut tuvimos una elección muy reñida. Todavía se están contando los votos. Como ocurre en cualquier elección normal, en la que siempre hay dos momentos: un primer acercamiento en base a las autoridades de mesa -Escrutinio Provisorio-, y un segundo recuento que se hace por un Tribunal Electoral Federal independiente de los poderes, tanto nacional como provincial -ese es el Escrutinio Definitivo-.

En este contexto, puede haber habido errores de las autoridades de mesa y sus fiscales en el primer escrutinio, que se corrigen en el segundo. Pasa siempre: los números definitivos no coinciden con los números del boca de urna, ni con los del primer escrutinio. Pero denunciar esas diferencias como Fraude es una Operación de Prensa llevada a cabo por el Frente para la Victoria, que abusa de las mismas prácticas que supuestamente detesta en otros conglomerados mediáticos. Aprovechándose, esta vez, del desconocimiento de la opinión pública con respecto a los mecanismos de la justicia electoral, y demonizando a sus adversarios.

Las Operaciones de Prensa están fundamentadas en el temor. El FPV teme porque apostó muy fuerte en Chubut y los resultados, por ahora, no le fueron favorables. De hecho, hasta el día de hoy no hubo ninguna denuncia hecha seriamente y ante la justicia, acusando al PJ Modelo Chubut por fraude electoral.

Quizás, poner en duda el resultado de una elección significa no aceptar la derrota.

Es verdad que la diferencia por la que ganó el PJ Modelo Chubut es muy poca, pero a veces hay que saber perder.