HAY FORMULA


Finalmente se van cerrando las fórmulas que pelearan por la presidencia de la Nación en el mes de Octubre de 2011. A todas luces, la situación electoral que plantea este año va a ser vertiginosa y apasionante. Bueno, vertiginosa, digamos, si no contamos el ritmo cansino y ochentoso con el que Ricardo Alfonsín encaró la campaña y eligió a su vice. Pero ese es otro tema. Por nuestro lado –y mientras todavía Cristina Kirchner juega con el prestigio residual que le otorga su proceder enigmático, sin hacernos los rulos ni nada–, Mario das Neves cerró el acuerdo con Eduardo Duhalde, en lo que es probablemente la fórmula más sólida para pelear la disque “hegemonía” oficialista, que fundamentalmente es un microclima mediático sustentado en un aparato férreamente verticalista (pero agrietándose, como vemos aquí y allá, en el arco que va de Ishii al compañero Shoklender, y que no le quepa duda a nadie que ese piolín llega hasta Aníbal), la guita y palermitanismo convertido de algunos sectores juveniles de la clase media (en esta muy buena columna de Santiago Llach: “el culpoperonismo del corredor Rivadavia”, ja).

La fórmula es sólida, digo, porque lleva, en sí misma, a dos candidatos consumados y fuertes, en donde si existe de hecho la diferencia de cargos, es simplemente por cumplir con las formalidades. El proyecto de Das Neves y Duhalde es, de hecho, una compleja arquitectura que supo converger en función de caminos en común. Esta arquitectura es la de una fórmula verdaderamente peronista, respaldada por una estructura con referencia nacional e identificada fuertemente con la tradición justicialista. Pero también con elementos novedosos: por empezar, el diagnóstico de coyuntura, que es necesario dejar de lado ciertas recurrencias de la lógica política que introdujo el kirchnerismo durante los últimos 8 años –y que se conocen en los barrios bajo el nombre de “mezquindades”–, para oponer una alternativa, una renovación y una superación. Alternativa que por cierto ya se demostró posible en Chubut, en donde Mario Das Neves le ganó al kirchnerismo en las elecciones y después, de nuevo, en el virtual ballotage que la maquinaria mediática oficialista presionó para inventar. Y este triunfo no fue casual ni fue inventado, sino que respondió a los ocho años del mejor gobierno que tuvo la provincia en su historia, entre 2003 y 2011, en donde se mejoraron, regionalmente, todos los indicadores sociales y económicos.

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7 Responses to HAY FORMULA

  1. Anónimo says:

    Llach, nabo,poeta de san isidro, deja de hacerte el peronista de derecha .

  2. Anónimo says:

    Llach, critico de la clase media cheta de palermo, cuantos jugadores de los pumas fueron compañeros tuyos de colegio?

    ya eran peronistas en esa epoca?

  3. Franco Arrieta says:

    http://noesperonismopop.blogspot.com/search/label/3%20de%20Abril

  4. Anónimo says:

    Compañeros, calma, acá no escribe Llach

  5. Anónimo says:

    Ultimas vacantes para el taller de narrativa peronista en San Isidro

    profesores: Llach - Fernandez Llove

  6. Anónimo says:

    "Pero también con elementos novedosos: por empezar, el diagnóstico de coyuntura, que es necesario dejar de lado ciertas recurrencias de la lógica política que introdujo el kirchnerismo durante los últimos 8 años –y que se conocen en los barrios bajo el nombre de “mezquindades”–, para oponer una alternativa, una renovación y una superación." Estos tres últimos términos, son vacuos, esbozos estructurales sin contenido del "verdadero peronismo". La realidad no se tapa con el sol: el kirchnerismo está transformando, por supuesto con problemas, marchas y contramarchas, la matriz neoliberal de los últimos treinta años con el signo de la reparación: ensanche de los límites del Estado: AUH, Jubilaciones, Trabajo en Blanco, Licencias no Automáticas de freno a la importación, desendeudamiento, DDHH, Ley de Medios. El kirchnerismo ofrece un piso a seguir sustentado en la acción concreta. Duhalde (y no hablo de Das Neves sino desde su acuerdo con éste) es el pasado: es la vuelta conservadora y conciliadora con los poderes neoliberales que digitaron el país por años. Eso no se puede disfrazar de "verdadero peronismo". Es así: Das Neves pactó con el tiempo muerto de las corporaciones económicas privatistas.

    Leandro.

  7. Anónimo says:

    Ah, y LLach, es un pobre infeliz que extraña al menemismo para escribir desde la "resistencia" y vivir de las rentas retóricas de la poesía de los '90. Un pobre imbécil medio pelo, que después de "La Raza" no hizo nada descente y que está absolutamente perdido en la coordenadas históricas del presente, más que lo lumepenes que recreó en sus poemas. Un boludito tira dardos sin programa poético - una copia pobre de sí mismo es "Muchacha kirchnerista" - que se quedó afuera de todo, y le cuesta asumirlo.

    Leandro.

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