Los caminos de la imaginación son misteriosos. Las relaciones entre las formas que sentimos, interpretamos y vivimos al fútbol también. Más distanciada que la que se tiene con los equipos propios, con los colores de la infancia, la bandera o el baberito en la cuna, lo que en general nos pasa con la selección no admite medias tintas. O los partidos de Argentina son súper importantes, o son amistosos que se hacen "por la guita", "para llenar el calendario", "de compromiso". El partido de ayer a la mañana contra Japón fue uno de esos casos. A nadie le interesaba ganarlo, pero al enterarse de que perdimos muchos vieron un inequívoco signo de la irremediable debacle de la selección. Yo lo miré mientras trabajaba, de reojo. Y lo que vi no me gustó.
Muchas veces, en esas largas conversaciones con amigos hiperescolarizados y precarizados laboralmente, entre vasos de vino y adentro de una insoportable nube de tabaco me permití tirar, siempre mitad en joda y mitad en serio, que la selección le marcaba el paso a la política. Que Bielsa era un tecnócrata aliancista, que Basile representó el auge y caída del primer kirchnerismo, que Maradona fue un producto directo del segundo kirchnerismo post 125 y su derrota con Alemania, irremediable, fue fruto de los mismos errores que la derrota del 28 de julio. Con un poco más de alcohol en sangre podría seguir tirando del hilo y decir que ahora, en este confuso momento de precandidaturas, donde todos quieren ser presidentes pero pocos tienen encima una buena gestión para bancar a esas intenciones, la indecisión con respecto al Checho Batista hace honor a la situación. Y que la resolución del enigma del DT va a preanunciar algunas variantes del futuro escenario electoral.
Pero hoy no quiero hablar de esas cosas. Mejor hablemos de fútbol.
Decía que la selección jugó mal. Después de aplastar a España en un partido soñado, ayer volvió a ser un equipo que defiende horrible y que de tres cuartos de cancha para adelante depende demasiado del toquecito fino y de Messi. Y ambos, el toquecito fino y Messi, funcionan cuando quieren y sólo excepcionalmente. Igual creo que a esta altura la presencia de Lio en el equipo es inobjetable, y que fue buena la intención de Batista de acompañarlo con D’alessandro primero, con Pastore después, con el Pocho Lavezzi en un último manotazo de ahogado. Aunque me pese como buen bostero, creo que Tévez es un jugador con un corazón enorme pero no puede jugar junto a Lionel. Muchas veces se pisan, se superponen, no conectan del todo. Tévez, Agüero y Messi, digamos la verdad, juegan de lo mismo. Una especie de nueves retrasados. Son letales de contragolpe y con espacios, pero cuando un equipo como los japoneses se amucha en el fondo se pisan, están uno encima del otro, se vuelven previsibles. Y eso paso un poco ayer, salvo un taco genial de Pastore que no llegó a ser empujado por el Pipita.
Después está la defensa. Tenía razón @latorrediego cuando por tuiter dijo que era mejor un marcador de punta mediocre que un buen central jugando por las bandas. Nunca voy a hablar mal de Maradona, e incluso me hubiera gustado que siguiera en la selección con buen asesoramiento y mayor humildad. Creo que el Diego puso una buena inyección de mística en un equipo de pibes que no están preparados emocionalmente para manejar todas las cosas que les pasan y todas las cosas que ponemos en sus espaldas. Pero la falta de laterales y un planteo poco inspirado en un partido clave nos dejó afuera del Mundial. Como están las cosas, lo primero que le aconsejaría al que vaya a quedarse con el buzo de DT (y no puedo evitar bandearme y volver a la política) es que cuide a las bases, la defensa. Heinze y Demichelis, humildemente, no me parecen la mejor opción (acá me pongo en Guillermo Nimo mode). Son dos tipos que se brindaron y dieron lo que estuvo al alcance de sus posibilidades, pero ya fueron. Micho comete muchísimos errores en la marca, ya lo demostró en el mundial, y el Gringo, que es un caudillo, nunca tuvo el nivel futbolístico como para ser titular indiscutible en la selección. Los rivales lo saben y siempre lo dejan libre, casi como un imán que atrae toda pelota limpia que quede de mitad de la cancha para adelante. Además ninguno llega a Brasil, la que va a ser nuestra revindicación histórica. Hay dos postales de las miserias argentinas en defensa ayer contra los japos: en una el gringo Heinze regala una pelota desde nuestro corner a la medialuna, y Romero vuelve a dar rebote tras el disparo samurai. En otra, Masche corre 50 metros a un delantero que había entrado en el segundo tiempo, le tira dos guadañazos mortíferos y ni así lo alcanza. Perla negra para la defensa.
Lo último me lo reservo para la televisación. Hacía mucho que no ponía TyC Sports, y la transmisión fue buena, me gustó Pasini el comentarista, me parece mucho mejor que los que hay en Fútbol para Todos. Le erraban a la misma cantidad de jugadores que Marce y Julio Ricardo, pero estos no estaban en la cancha. El día que le saquen ese negocio al relator del menemismo y al abuelo Julio y pongan a algunos de los pibes de www.la-redo.net, por ejemplo, la vamos a pasar mucho mejor. Lo que me molestó un poco sin embargo fue la subestimación permanente que hicieron los periodistas de los japoneses. Yo me saco el sombrero con Japón, y sus jugadores no me parecieron nada limitados. Me parecieron rápidos, comprometidos y solidarios. Todo el tiempo el relator y el comentarista estaban sacando la chapa histórica, las cosas que leen en el Olé, hablando de los buenos momentos de algunos jugadores nuestros en Europa que desde hace tiempo, bastante, no se expresa a nivel seleccionado. Si siguen así, como dijo un amigo en una turbia pizzería, vamos a convertirnos en Uruguay, un país que futbolísticamente vive de un pasado mítico y no gana nada hace mil años. Humildad, muchachos. Los limitados somos nosotros, pensemos así y nos va a ir mucho mejor.
Y Das Neves quién es?? Miguelito Russo??? Cobos? Felipe??
jajajajaja para mí Das Neves es Falcioni